Graves fallas en el sistema de salud chileno tras acusación de fraude de licencias médicas
En los últimos días, han surgido fuertes acusaciones contra un médico supuestamente involucrado en un esquema de fraude de licencias médicas. Sin embargo, como defensor de dicho profesional, es fundamental aclarar que el verdadero problema no reside en los hechos aislados, sino en las profundas fallas estructurales del sistema de salud chileno, que durante años ha presentado graves deficiencias en sus mecanismos de fiscalización.
La Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (COMPIN) y la Superintendencia de Seguridad Social (SUCESO) son las entidades encargadas de supervisar las licencias médicas en Chile. No obstante, su capacidad para detectar irregularidades a tiempo ha sido insuficiente, lo que ha permitido que situaciones como la investigada se repitan una y otra vez. Esto no es un problema reciente, sino una debilidad histórica que ha minado la confianza en el sistema de salud.
El caso del médico acusado: Un reflejo del colapso del sistema
En el caso de mi defendido, cabe señalar que, en su momento, fue bloqueado para emitir licencias médicas y sancionado con una multa. Sin embargo, tras cumplir con esta sanción, fue nuevamente habilitado para ejercer. Si el propio sistema le permitió volver sin detectar irregularidades mayores, es evidente que la falla no reside en la actuación individual del médico, sino en la incapacidad del sistema para activar mecanismos de control efectivos.
Acusar a un médico de haber «quebrado» Fonasa es una simplificación que no aborda el fondo del problema. El sistema de salud, con sus fallos estructurales y deficiencias en la fiscalización, no ha sido capaz de prevenir este tipo de situaciones durante décadas. Responsabilizar a un solo individuo de las fallas de todo un sistema es injusto y miope.
El proceso judicial sigue en curso
Es importante subrayar que este caso aún se encuentra en proceso judicial y no se ha alcanzado ninguna conclusión definitiva. Las acusaciones actuales se basan en supuestos que no han sido comprobados, y confiamos en que el desarrollo del juicio permitirá esclarecer la verdad.
El verdadero problema no radica en un solo caso, sino en un sistema que ha fallado en su tarea de fiscalización y control de licencias médicas durante años. La justicia debe seguir su curso, y estamos seguros de que al final se aclararán todos los hechos.