Zazza el Italiano y su polémico recorrido por los barrios rojos del centro de Santiago

El popular youtuber Zazza el Italiano volvió a causar revuelo en Chile tras la publicación de un nuevo video, esta vez centrado en el centro de Santiago y su conocido circuito de prostitución.

YouTuber revela la cruda realidad de la prostitución y posible explotación sexual infantil en pleno corazón de la capital

El popular youtuber Zazza el Italiano volvió a causar revuelo en Chile tras la publicación de un nuevo video, esta vez centrado en el centro de Santiago y su conocido circuito de prostitución. Durante casi 30 minutos, el creador de contenido explora diversos puntos urbanos donde se desarrolla esta actividad, conversando con trabajadoras sexuales, transeúntes y encargados de locales nocturnos.

En su documental urbano, Zazza aborda sin filtros una realidad que muchas veces permanece invisibilizada.

Cuatro zonas claves: el mapa de la prostitución en Santiago

El recorrido incluye cuatro puntos emblemáticos:

  • Plaza de Armas

  • Calle San Pablo

  • Hotel España

  • Cafés con piernas

En la Plaza de Armas, Zazza conversa con mujeres que, aunque inicialmente se presentan como vendedoras ambulantes, finalmente admiten ejercer la prostitución. Algunas revelan que operan allí a plena luz del día, sin mayores reparos.

Una prueba incómoda: ¿existe explotación sexual infantil?

Uno de los momentos más controversiales del video ocurre cuando el youtuber simula ser un cliente que busca menores de edad, con el objetivo de detectar si existe explotación sexual infantil. Las respuestas que obtiene son contradictorias: mientras una mujer afirma que eso «no se puede», otra le sugiere que hay chicas «desde los 15 años» ofreciendo servicios en hoteles o departamentos cercanos, lo que evidencia un serio problema de ilegalidad y vulneración de derechos.

Calle San Pablo: entre tarifas, redadas y clientes extremos

La zona de calle San Pablo aparece como un enclave consolidado de prostitución callejera. Zazza conversa con trabajadoras sexuales que explican cómo funciona el negocio: tarifas que van desde servicios rápidos de 15 minutos hasta encuentros más largos en hoteles, dependiendo de la capacidad económica del cliente.

Se menciona, además, una amplia gama de preferencias entre los clientes, incluyendo desde adolescentes hasta mujeres mayores de 70 años, lo que deja entrever la informalidad y desregulación total del comercio sexual en el sector.

Hotel España: epicentro de encuentros sexuales

El Hotel España, ubicado en pleno centro de Santiago, se menciona repetidamente como un lugar donde se concretan la mayoría de los encuentros entre trabajadoras sexuales y clientes. A pesar de la presencia policial en las inmediaciones, el hotel continúa operando con aparente normalidad.

Zazza y su equipo observan cómo las autoridades no intervienen en las actividades que se desarrollan a plena vista, lo que algunos entrevistados interpretan como una permisividad institucional preocupante.

Cafés con piernas: entre el show y la insinuación

La última parada del recorrido lleva al youtuber a los conocidos “cafés con piernas”, locales típicos de Santiago donde las camareras visten con poca ropa. Zazza distingue dos tipos de locales: unos más “light”, con mujeres en ropa provocativa pero sin contacto físico, y otros más “oscuros” y explícitos, donde algunas mujeres atienden sin ropa y ofrecen servicios cercanos a un night-club.

Una trabajadora colombiana señala que existen reglas internas que prohíben el contacto sexual y salir con clientes, aunque la realidad en algunos cafés más clandestinos parece contradecir esa norma.

“Santiago es Gotham City”: una radiografía urbana sin censura

En el cierre del video, Zazza el Italiano resume su experiencia con una frase provocadora: “Santiago es Gotham City”. La metáfora apunta a cómo en un espacio reducido conviven prostitución callejera, indigencia, policías, turistas y comerciantes en una realidad urbana contradictoria y sin regulación visible.

Reacción editorial

Este reportaje audiovisual de Zazza vuelve a encender el debate sobre la prostitución, la explotación sexual y la inacción institucional en el centro de Santiago. Lo que presenta no es una denuncia directa, sino un espejo incómodo de una ciudad donde todo parece coexistir bajo un manto de normalidad aparente.

La pregunta que queda flotando es simple pero inquietante: ¿Quién regula, fiscaliza o protege en estos espacios? La omisión tiene consecuencias, y los vacíos del Estado parecen más visibles que nunca.

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