La selección chilena de fútbol, conocida como La Roja, intentó luchar gran parte del partido contra Canadá para asegurar los tres puntos y avanzar a los cuartos de final de la Copa América. Sin embargo, la presencia del árbitro colombiano Wilmar Roldán y la fuerte defensa canadiense hicieron la vida imposible para los chilenos.
Desde el inicio del encuentro, la motivación de La Roja por buscar la victoria era evidente, pero lentamente esa motivación se fue diluyendo junto con las posibilidades de clasificación.
Lo que llamó la atención en el amanecer del partido no fue una jugada peligrosa, sino más bien los ‘desiguales’ cobros de un arbitraje que muchos consideran vergonzoso por parte de Roldán. Primero, no revisó una jugada junto al VAR donde Rodrigo Echeverría fue violentamente golpeado por un codazo, una acción que claramente ameritaba una sanción y una tarjeta roja.
Más tarde, Roldán decidió expulsar a Gabriel Suazo tras mostrarle una segunda tarjeta amarilla. Si bien la primera tarjeta fue justificada, la segunda levantó muchas dudas y complicó significativamente las cosas para la selección chilena.
Ya en la segunda mitad, Chile intentó desequilibrar el marcador, conscientes de que un gol los metía de lleno en la competencia por estar entre los 8 mejores. Sin embargo, jugar con un hombre menos desgastó a La Roja, dejándolos sin energía ante un equipo canadiense bien posicionado.
Desafortunadamente, la igualdad no se pudo romper y el resultado favoreció a Canadá, que alcanzó los 4 puntos y ahora se encaminan a los cuartos de final de la Copa América. Si nada extraño ocurre, jugarán contra la Venezuela de Soteldo.
